CAPÍTULO XIX Aventuras en Surinam. Cándido conoce a Martín.
“
-¡Oh Pangloss! -exclamó Cándido-. Tú no habías sospechado semejante espanto; se
ve que no tendré más remedio que renegar de tu optimismo.
-¿Qué es el optimismo? -preguntaba Cacambo.
-¡Qué dolor! -dijo Cándido-. “Es obstinarse en defender con vehemencia que todo
está bien cuando está mal.”
CAPÍTULO XXV Visita al señor Pococurante, noble veneciano.
“
-Bien, no me negaréis ahora que este hombre es el más feliz de todos, ya que
desprecia todo cuanto posee.
Martín contestó:
-¿No os dais cuenta de que está hastiado de lo mucho que posee? Ya lo dijo Platón
hace muchos años, que los mejores estómagos son los que no hacen ascos a los
alimentos.
-Pero -dijo Cándido-, ¿no produce placer el criticarlo todo, el ver defectos allí
donde los demás sólo ven belleza?
-¿Queréis decir -prosiguió Martín que el no sentir placer puede causar placer?
-¡Vale -dijo Cándido-, así que, cuando vuelva a ver a la señorita Cunegunda, no
habrá nadie tan feliz como yo!”
CAPÍTULO XXX Conclusión
“
Tenían por vecino a un derviche muy famoso, que era considerado el mejor
filósofo de Turquía, y fueron a consultarlo; Pangloss habló en nombre de todos y le
dijo:
-Maestro, venimos a pedirle que nos explique la causa por la que ha sido creado un
animal tan raro como el hombre.
-¿Y a santo de qué metes tus narices en esto? -le contestó el derviche-. ¿Es que es
de tu incumbencia?
-Pero, reverendo padre -dijo Cándido; hay mucho mal en la tierra.
-¿Y qué importa -dijo el deryiche- que haya bien o mal? ¿Acaso su Alteza, cuando
envía un barco a Egipto, se toma la molestia de saber si los ratones que hay en el
barco van o no a gusto?
-Entonces, ¿qué se puede hacer? -dijo Pangloss.
-Callarte -dijo el derviche.
-Confiaba -dijo Pangloss- en razonar un poco con vos sobre los efectos y las
causas, sobre el mejor de los mundos posibles, sobre el origen del mal, la naturaleza
del alma y la armonía preestablecida.
Al oír estas palabras, el derviche les dio con la puerta en las narices.”
lamilanabonita.com – la filosofia de voltaire con candido o el optimismo